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CIRUGÍA ESTÉTICA

lunes, 4 de noviembre de 2013

La liposucción es la cirugía estética más demandada en España

Los expertos defienden esta cirugía frente a otras técnicas alternativas de reducción de grasa y aconsejan asegurarse de que todas sean realizadas por profesionales con la titulación adecuada.
La liposucción es la operación de cirugía estética más demandada por los españoles, con una media de 20.000 intervenciones al año, según la Sociedad Española de Cirugía Plástica Reparadora y Estética (SECPRE). Estas cifras sitúan a esta cirugía por encima de las operaciones de aumento de mamas (unas 18.500 al año) y las blefaroplastias o intervenciones de cirugía de los párpados con unas 7.200.
Según la SECPRE, la liposucción abdominal es la más frecuente, con más de un 20% de las cirugías realizadas, seguida de la liposucción de flancos, la de muslos, la de trocánteres (las prominencias en la cabeza del fémur) y el resto (de rodillas, circunferencial, torácica, de piernas, cervical, etc.) con porcentajes inferiores al 10%. Por sexos, las intervenciones de liposucción se reparten entre un 84,6% de mujeres y un 15,4% de hombres.
Alerta con las técnicas alternativas a la liposucción
Por otro lado, la SECPRE pone la atención en las técnicas alternativas a la liposucción, incidiendo en la idea de que esta sigue siendo la única indicada para que las reducciones de grasa se ajusten a los objetivos estéticos perseguidos, ya que permite extraer el tejido adiposo o graso en la cantidad requerida. La liposucción, además, no destruye los adipocitos (las células de grasa), sino que los succiona sin eliminarlos durante una intervención quirúrgica, ayudada de anestesia local y suero.
Por el contrario, según esta sociedad, recientes estudios clínicos demuestran que otras técnicas como los ultrasonidos, la radiofrecuencia, la cavitación, la criolipolisis o el láser, solo permiten reducciones pequeñas de tejido adiposo. Ello se debe a que son técnicas no invasivas, es decir, sin intervención quirúrgica, con lo que destruyen los adipocitos pero no los extraen.
“Por ello, en lo que respecta a estas técnicas, son ellas las que marcan el objetivo estético, porque la reducción de grasa que pueden conseguir es siempre pequeña. En la liposucción ocurre al revés: es el objetivo estético que se quiere lograr el que marca la cantidad de grasa a reducir, sea pequeña, mediana o grande, siendo la media de grasa extraída en nuestro país de 2,5 litros por liposucción”, explica el doctor Miguel Chamosa, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética.
Seguridad en las cirugías de reducción de grasa
En cuanto a la seguridad y las garantías para el paciente, al no existir aún en España una legislación reguladora de este tipo de intervenciones, las liposucciones deberían tener necesariamente un mayor control por su condición quirúrgica, por lo que la SECPRE pide a los pacientes que se aseguren siempre de que las intervenciones son realizadas por un cirujano plástico titulado en una clínica o en un centro hospitalario con las instalaciones adecuadas.
El doctor Chamosa comenta que “profesionales y pacientes también deben huir siempre de términos engañosos como lipoescultura, pues únicamente se esculpe lo que es duro, no un tejido graso, o de otros que se prestan a confusión, como remodelación corporal, pues, a día de hoy, solo remodela la liposucción, porque solo ella extrae y solo ella está, o debería estar, supervisada por un cirujano titulado que puede complementarla, en un momento dado, con otras intervenciones”.
La SECPRE recuerda también que no todas las personas son candidatas a una liposucción. Es el caso de las personas con obesidad, cuyos acúmulos grasos son tan grandes que no pueden extraerse ni destruirse sin consecuencias para los pacientes, a los que debe prescribirse una dieta equilibrada y, llegado el caso, una gastroplastia o un balón intragástrico. Para el resto, las reducciones de grasa están indicadas en aquellas zonas en las que los acúmulos suelen mostrarse rebeldes a las dietas o el ejercicio físico, como el abdomen, la papada e incluso las mamas en los hombres o las caderas, los glúteos, los muslos y las pantorrillas en las mujeres.

Fuentes: Onmeda